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Cómo combatir la obsolescencia de sistemas en la industria

Aunque la digitalización es una oportunidad enorme para el sector de la industria, lo cierto es que el avance de la tecnología nunca se detiene. Esto hace que los sistemas industriales se vuelvan obsoletos más rápido, lo que hace que mantenerse actualizado sea un auténtico reto para las empresas. En EGASEN te contamos por qué se produce la obsolescencia de sistemas, que consecuencias puede tener y qué podemos hacer para frenarla.

Causas y consecuencias de la obsolescencia de sistemas

Un sistema, equipo o software industrial puede quedarse obsoleto por distintas razones:

  • Falta de componentes, recambios o actualizaciones: que los fabricantes de nuestros equipos y sistemas decidan dejar de fabricar sus piezas y recambios o dejen de actualizarlos disminuye notablemente su vida útil. En caso de presenten algún fallo de funcionamiento, la falta de stock de repuestos o la ausencia de soporte técnico nos obligará a sustituir nuestro equipamiento por completo, en vez de solo realizar una reparación concreta.
  • Aparición de nuevas tecnologías: es inevitable que, con el paso del tiempo, se sigan produciendo avances tecnológicos que hagan que el equipamiento que un día fue puntero vaya quedándose desfasado. Es algo natural e inevitable, pero que cada vez se da más rápido, haciendo que los sistemas se vuelvan obsoletos en menos tiempo.
  • Funcionamiento deficiente: si nuestros equipos empiezan a presentar fallos o errores de funcionamiento, o a reducir su eficiencia, puede ser una clara señal de que pronto dejarán de funcionar correctamente, siendo necesaria su sustitución.

Si decides seguir trabajando con sistemas obsoletos, tienes que asumir que tu productividad va a disminuir. Los fallos ralentizarán el trabajo, al igual que la falta de automatización. Además, utilizar equipamiento anticuado u obsoleto siempre es menos seguro, ya que este no va a incorporar las últimas novedades en la materia y es más probable que sus sistemas de seguridad fallen.

Cómo frenar la obsolescencia de sistemas en nuestra empresa

Que la tecnología avance tan deprisa no significa que tengamos que estar renovando sistemas y equipos constantemente. Para evitar una obsolescencia demasiado prematura podemos tener en cuenta:

  • Diseñar instalaciones teniendo en cuenta nuestras necesidades futuras: nadie tiene una bola de adivinación, pero si podemos detectar los retos a los que tendremos que enfrentarnos en un futuro cercano o tener en cuenta hacia dónde queremos avanzar con nuestra empresa. De esta forma podremos diseñar unas instalaciones acordes que den respuesta a nuestras necesidades durante muchos más años.
  • No infravalorar las tecnologías emergentes: tecnologías que hoy parecen marginales pueden convertirse en esenciales rápidamente, así que nunca pierdas de vista los avances de la industria si no quieres quedarte rezagado.
  • Apostar por la conectividad y la automatización: la centralización de los equipos y sistemas y su interconectividad es esencial para poder sacarles el máximo partido, al igual que la automatización de las tareas.
  • Estar atento a los anuncios de los fabricantes: si se van a dejar de producir repuestos para alguno de nuestros equipos, podremos hacer acopio de piezas y así alargar un poco más su vida útil en caso de que fallen.
  • Realizar mantenimiento preventivo: este sistema de mantenimiento permite adelantarse a los futuros fallos y corregirlos antes de que se produzcan, mediante la monitorización constante de los equipos.

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